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Licenciada en Pedagogía Infantil

Tatiana Jacir Eljadue

Nací en Barranquilla en una familia proveniente de Palestina, somos 4 hermanos y yo soy la única mujer. Estudie Licenciatura en Pedagogía Infantil en la Universidad del norte, “Master of arts in education , educational supervision” en Western Carolina University, Diplomado en integración sensorial para el desarrollo infantil en universidad del Norte, Diplomado en integración sensorial, desarrollo motor y estimulación adecuada en Be kinder y cursos libres de cocina en Escuela Gastronómica Chef Caparroso

Desde muy pequeña, siempre me gusto jugar a enseñar a mis hermanos pequeños, primos, o cualquier otro niño.  Parte de mi juego, era colocar la mesa, antes de que llegaran mis papas y hacer la “cena” con mis hermanos, a los que les decía que hacer y así entre todos la preparabamos.

Como tengo ascendencia de familia árabe, mi mama y mi abuela, solían cocinar muchas comidas árabes o alguna picada tipo empanadas y deditos y esto siempre llamaba mi atención y me sentaba a ayudarlas, de esta manera nació mi amor por la cocina y se puede decir que aprendi de manera empírica.

Al graduarme de la Universidad, inicié a trabajar como docente de preescolar y siempre buscaba la manera de planear clases de cocina con objetivos de ciencias o matemáticas para que estuviera dentro del curriculum. Luego, en unas vacaciones de mitad de año, arme mi primer vacacional de cocina y lo llame “Jugando con Texturas”, la cocina siempre fui mi pasión y trabajar con niños lo mismo, así que decidi hacer una mezcla de ambas pasiones. Al acabar el vacacional, seguí con los talleres los sábados y luego poco a poco fui abriendo más días durante la semana y decidí renunciar al colegio donde trabajaba.

Con el paso del tiempo, fui abriendo la posibilidad de tener talleres para niños más pequeños y ahí nació el programa de Baby Texturas.

Cuando inicié a cocinar con niños, vi lo positivo que es llevar los niños a la cocina, ya que se relacionan con los diferentes alimentos desde muy temprana edad y de esta manera, se atreven a probarlos con más facilidad y así amplían su menu diario. Con el tiempo, fui aprendiendo a adaptar las recetas a los niños, de una manera que los objetivos educativos tales como: desarrollar la motricidad fina, coordinación ojo-mano, atención, concentración,  lenguaje, fortalecer manos y dedos se van desarrollando a lo largo de la preparación.