Los primeros años de vida del niño, son de crucial importancia, ya que el cerebro del niño, se transforma, se enriquece y absorbe una gran cantidad de información. Por lo tanto, el entorno en el que crece el niño, las personas con las que interactúa y los juegos que hagamos con él, son de vital importancia.
Los niños aprenden por medio de los sentidos: vista, olfato, gusto, tacto, oído, propiocepción y vestibular. A través de los sentidos, el bebé, adquiere la información del medio y la lleva al Sistema nervioso, para elaborar sensaciones y percepciones. De esta manera, se inicia la construcción de aprendizaje y desarrollo de las funciones cognitivas básicas (Atención, memoria) y permite el desarrollo de las funciones cognitivas superiores (resolución de problemas, razonamiento, lenguaje y creatividad).
En el bebé y el niño, el aprendizaje se logra a través del trabajo de las manos y la manipulación, y esto les permite aprender mediante un proceso de prueba-error: En este orden de ideas, por medio del juego, intentará hacer las cosas una y otra vez, de diferentes maneras, hasta lograrlo.
Según María Montessori, “los niños están dotados de una mente absorbente, es decir, actúan como auténticos pequeños exploradores, animados por una gran curiosidad; además aprenden de manera natural gracias a sus experiencias cotidianas”. Hoy en día, la neurociencia confirma este extraordinario descubrimiento: “del nacimiento a los 5 años, se crean 700 a 1000 conexiones nuevas por segundo. Cada imagen, cada interacción, cada acontecimiento se fija en las fibras del cerebro del niño a través de la conexión de las neuronas. El cerebro se estructura directamente a partir de sus experiencias con el mundo. Así pues, durante esta etapa en que el cerebro es tan impresionable, el niño recoge una gran cantidad extraordinaria de información y coloca las primeras piedras del templo de su inteligencia”.
Para desarrollar esta plasticidad cerebral, el niño debe crecer en un entorno que le ofrezca una variedad de experiencias y según María Montessori, el mejor entorno es la cocina.
¿Porque invitar mi hijo a la cocina?
Jugar a pasar harina de una tasa a otra, utilizando una cuchara o las manos, dependiendo de la edad
Pasar objetos con las manos, de una tasa a otra. Entre más pequeños los niños, más grande el objeto.
Mezclar ingredientes, utilizando una cuchara.
Utilizar un cucharón para pasar líquidos de un recipiente al otro.
Amasar Plastilina o masa.
Esparcir crema con un cuchillo
Es la coordinación de los movimientos musculares pequeños que ocurren en partes del cuerpo, como las manos, muñecas y dedos y al relacionarlo con los ojos, se llama «coordinación viso-motora ó coordinación ojo-mano.
Nuestros niños, necesitan desarrollar su motricidad fina, ya que al momento de aprender a escribir, necesitan tener sus músculos fuertes, para no cansarse y lograr tener la capacidad de agarrar el lápiz y hacer trazos. Por lo tanto, esta habilidad, es de suma importancia en el proceso de lecto-escritura y de aprendizaje de los niños.
Desarrollar las funciones ejecutivas en los niños, determinará el éxito personal, tanto en la escuela como en la vida.
Las funciones ejecutivas están ligadas a tres competencias principales, que deben ser desarrolladas desde los primeros años de vida:
La memoria operativa: que permite recordar de manera en que actuamos, consolidad experiencias pasadas e implementar gradualmente una serie de operaciones precisas para lograr un objetivo específico.
El control inhibitorio que permite alcanzar un estado de profunda concentración, ser constantes, sin distraerse a la menor ocasión, controlando sus acciones y emociones
La flexibilidad cognitiva: que permite identificar los errores cometidos y adaptar su comportamiento o adoptar una nueva estrategia para alcanzar un objetivo.
El control inhibitorio que permite alcanzar un estado de profunda concentración, ser constantes, sin distraerse a la menor ocasión, controlando sus acciones y emociones
Las funciones ejecutivas, por tanto, nos permitirán tomar decisiones correctas en relación con los objetivos que nos hemos fijado y nuestro análisis de la situación, si es necesario mediante la elaboración de un plan con etapas intermedias para llegar a la solución.
En definitiva, para alcanzar los objetivos que nos marquemos en la vida o para hacer frente a cualquier situación que se nos plantee y esto es algo que se aprende dese la infancia.
Incluso antes de que aprendan a leer, a contar y a escribir, lo que realmente importa es la adquisición y el desarrollo de las funciones ejecutivas.
Por lo tanto, las actividades que se llevan a cabo en la cocina, desempeñan sin duda un papel primordial. Tomado del libro “Grandes aprendizajes, Montessori para pequeñas manos” Audrey Zucchi
Jugar a pasar harina de una tasa a otra, utilizando una cuchara o las manos, dependiendo de la edad
Pasar objetos con las manos, de una tasa a otra. Entre más pequeños los niños, más grande el objeto.
Mezclar ingredientes, utilizando una cuchara.
Utilizar un cucharón para pasar líquidos de un recipiente al otro.
Amasar Plastilina o masa.
Esparcir crema con un cuchillo
Golpear clavos con un martillo.
Jugar con arroz, lentejas, harina o cualquier ingrediente, utilizando las manitos
Utilizar un piano, maracas, tambores, huevitos o cualquier instrumento músical
Ensartar pasta en palillos
Utilizar un pop it con el dedito
Jugar a servir agua en recipientes de diferentes tamaños.
La motricidad gruesa es la capacidad que poseen las personas para realizar movimientos con todo su cuerpo, donde se ven involucrados los brazos, piernas y los músculos largos del torso, es decir, que está relacionada con: caminar, saltar, correr, gatear, montar bicicleta, nadar, patinar, etc. Cuando el bebé nace, poco a poco inicia el proceso para desarrollar su motricidad gruesa: Inicia tomando fuerza intentando voltearse, hasta que lo logra; luego, logra sostener su cabeza; Intenta sentarse y sostenerse hasta que lo logra, arrastrarse, gatear y así sigue el proceso.
En estas edades, la motricidad gruesa juega un papel muy importante, ya que el niño esta aprendiendo a conocer su cuerpo poco a poco y así utilizarlo para desplazarse o agarrar objetos. Para un optimo desarrollo de la motricidad fina, debemos tener un buen desarrollo de la motricidad gruesa, ya que es la que le da estabilidad al cuerpo, para los procesos grafomotores.
En estas etapas del desarrollo, la música, juega un papel muy importante, ya que aumenta la capacidad de plasticidad del cerebro. Desarrolla el hemisferio derecho, que es el encargado de la creatividad y la imaginación y también se producen conexiones con el hemisferio izquierdo, encargado de la lógica. Asi mismo, la música nos ayuda a estimular el desarrollo del lenguaje y aumentar el vocabulario en los pequeños.
Por medio de nuestros talleres, se desarrolla el lenguaje en tu bebé, aquí te mostramos algunas actividades que son excelentes:
Muéstrale cuentos o flashcards y ve describiendo las imágenes u objetos. Habla sobre el tamaño, color, forma y cuéntale para que sirven esos objetos o en que se utilizan
Cántale canciones infantiles y baila con el bebé
Cuando salgas a caminar al parque o en el carro, ve describiendo lo que ven y contándole.
Al vestirlo, bañarlo, cambiarlo, ve describiendo todo lo que estás haciendo.
Somos felices de conocerlos y brindarles a sus hijos todas las habilidades de pensamiento y procesos cognitivos para su aprendizaje